Hola a tod@s: esta semana les dejo esta nota de la maestra Lillian Too a quien la considero mi maestra.
Feng Shui Apuntar con el dedo... es malo!
¿Recuerdas cuando alguna vez alguien te señaló con el dedo índice, cuando quería explicar algo, o mientras demostraba su enojo? Y, tú, ¿señalas con tu dedo a otras personas?, o ¿a tus hijos, cuando los regañas?
Te recomiendo mucho que no permitas que nadie te apunte con su dedo índice mientras habla contigo, tampoco permitas o que apunten o señalen a otras personas con el dedo. De hecho, en algunas culturas señalar con el dedo mientras hablas, se considera insultante y de mala educación.
Te recomiendo mucho que no permitas que nadie te apunte con su dedo índice mientras habla contigo, tampoco permitas o que apunten o señalen a otras personas con el dedo. De hecho, en algunas culturas señalar con el dedo mientras hablas, se considera insultante y de mala educación.
Cuando señalamos a alguien amenazamos de alguna manera y creamos una energía hostil. Incluso, la intención de “señalar con el dedo a alguien” sugiere que estamos juzgando o culpando a ese alguien y tiene connotaciones muy negativas.
Tampoco es buena idea usar un dedo apuntando algo para la mercadotecnia, no es buen Feng Shui. El ejemplo más famoso es el poster del gobierno de los Estados Unidos donde el Tío Sam señala con el dedo al observador “El tío Sam quiere reclutarte a TI” este anuncio se usó en la campaña para reclutar soldados para luchar en la Primera y Segunda Guerra Mundial. El diseño de este anuncio creó muy mala energía.
Es muy importante desarrollar la sensibilidad correcta para hablar con los demás, y aprender cómo los demás deben hablar contigo. Aprende a elegir tus palabras cuidadosamente, y detente antes de reaccionar.
Las palabras que se gritan con enojo pueden actuar como flechas envenenadas...pero cuando hablamos con cordura y suavidad, las palabras tienen el poder de aliviar un alma lastimada. Recuerda...las palabras y el tono de tu voz pueden crear tanto energía positiva, como negativa.
Las palabras que se gritan con enojo pueden actuar como flechas envenenadas...pero cuando hablamos con cordura y suavidad, las palabras tienen el poder de aliviar un alma lastimada. Recuerda...las palabras y el tono de tu voz pueden crear tanto energía positiva, como negativa.
Pon atención a tus manos, y a tus gestos corporales, también fíjate cómo sostienes objetos puntiagudos, como las tijeras...nunca señales a un amigo con un cuchillo o con unas tijeras, ya que esto ocasionaría una fricción inmediata entre ustedes dos.
Nada destruye una relación tan fácilmente como un objeto puntiagudo, que sin querer, o queriendo, corta la energía entre dos personas. En tu lugar de trabajo, evita dejar las tijeras apuntando hacia alguien, ya que seguramente sentirás los efectos de la energía hostil que se genera.
Nada destruye una relación tan fácilmente como un objeto puntiagudo, que sin querer, o queriendo, corta la energía entre dos personas. En tu lugar de trabajo, evita dejar las tijeras apuntando hacia alguien, ya que seguramente sentirás los efectos de la energía hostil que se genera.
Te invito a que hoy mismo empieces a desarrollar esta habilidad y evites dejar objetos filosos o puntiagudos en tu hogar y oficina que puedan causar daño a otros. Trata de usar estos consejos para tu vida diaria de hoy en adelante.