Los antiguos chinos median la cantidad de energía nociva o sha chi, llevando niños varones para saber si el lugar era prospero para un negocio.
Si el niño directa mente no quería entrar, o se largaba a llorar apenas entraba, el consultor no entraba porque podía quedarse con esa energía nociva.
Si el niño directa mente no quería entrar, o se largaba a llorar apenas entraba, el consultor no entraba porque podía quedarse con esa energía nociva.
Si el niño se ponía a jugar, el lugar era propicio con muy buen sheng chi, para los negocios.
Así compartimos hoy otro secreto FENG SHUI BUEN FENG SHUI EN SUS VIDAS